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Hablamos aunque no nos entiendan, aunque piensen que hablamos en otro idioma. Hablamos aún cuando estamos solos. Hablamos cuando no queda nada por hablar. Hablamos para dar explicaciones inexplicables. Hablamos para aclarar circunstancias, aunque ya está muy oscuro. Hablamos para expresar nuestros sentimientos, aunque al otro no le interesen. Hablamos para contar cosas que nos pasaron, aunque ya lo hayamos contado. Hablamos con nuestros amigos, que siempre nos escuchan. Hablamos con compañeros, aunque sabemos que no son los que siempre van a escuchar. Hablamos pensando que el otro necesita que le hablemos, aunque ese otro quiera estar solo. Hablamos con nosotros mismos, estaré haciendo lo correcto ? Hablamos aunque ya nadie nos escuche. Hablamos para desahogarnos, sacar todo afuera, aunque a veces es mejor dejarlo adentro. Hablamos cosas importantes, que para el otro son estupideces. Hablamos pavadas, cuando al otro le parecen importantes. Hablamos cuando hay alguien se ofrece a escuchar, o cuando en verdad, necesitamos ser escuchados.